Conoce Segóvia desde dentro
Te recomendamos una visita imperdible a la cautivadora ciudad de Segovia, ubicada a tan solo 50 km, lo que significa un rápido y cómodo trayecto de poco más de media hora. Aquí, tendrás la oportunidad de adentrarte en una de las provincias españolas más destacadas, donde la fusión del arte monumental antiguo y la exquisita gastronomía te sorprenderán.
La capital de Segovia se encuentra majestuosamente ubicada a 1.000 metros de altitud, en un peñasco escarpado que aún conserva vestigios de su pasado amurallado. Desde este punto, se obtiene una vista panorámica que domina la árida meseta castellana, ofreciendo un escenario de belleza singular.
Uno de los tesoros más emblemáticos de Segovia es su espectacular acueducto romano, una obra maestra de gran belleza que ha resistido el paso del tiempo, recorriendo dieciocho siglos de historia y uniendo la ciudad baja, con su ambiente comercial, y la ciudad alta, llena de encanto histórico. Aquí, te sumergirás en un entramado de estrechas calles que convergen en la animada Plaza Mayor, donde podrás sentir la esencia vibrante de la ciudad.
Entre los impresionantes edificios que adornan la ciudad alta, destaca el Alcázar, una joya arquitectónica que te transportará a épocas de leyenda. También encontrarás la magnífica catedral, una imponente estructura erigida durante el reinado de Carlos V, que no dejará de maravillarte.
Segovia es un tesoro que combina historia, cultura y delicias culinarias. Sus calles están impregnadas de encanto y en cada rincón se respira la grandeza de su legado. No te pierdas la oportunidad de descubrir esta ciudad llena de magia y maravillas que te enamorarán a cada paso. ¡Te esperamos con los brazos abiertos para que vivas una experiencia inolvidable en Segovia!
El acueducto romano
El reconocido acueducto, erigido durante el reinado del emperador Trajano, provee de agua a la ciudad de Segovia. Fue construido por los romanos con el propósito de llevar agua desde el río Acebeda, situado en la sierra de la Fuenfría, hasta la zona alta de la ciudad. Su extensión alcanza los 728 metros, con una impresionante altura de 28 metros, y está construido con sólidos sillares de piedra, ensamblados sin utilizar argamasa.
Alcázar
El majestuoso Alcázar se erige con una vista privilegiada hacia el valle en uno de los extremos de la ciudad. En su interior, diversas salas guardan tesoros de la época medieval, como magníficos techos, armas, cuadros y muebles de época. Desde la terraza, podrás disfrutar de una hermosa panorámica del verde valle del Eresma, mientras que desde el torreón, te maravillarás con unas vistas impresionantes de todo el conjunto de Segovia.
Además, el Real Colegio de Artillería alberga unas salas que acogen un interesante museo dedicado a la química, lo que añade un toque de conocimiento científico a la experiencia en este histórico lugar.
La plaza mayor
Bajo la majestuosa mirada del ábside de la catedral, la Plaza Mayor se convierte en el punto de encuentro predilecto para los segovianos. Aquí, disfrutan del ambiente acogedor en las terrazas de los cafés, charlan a la sombra de los soportales o dan un tranquilo paseo alrededor del quiosco de música.
Alrededor de esta encantadora plaza, se alzan imponentes edificios oficiales, como el ayuntamiento y el teatro Juan Bravo, que realzan su belleza y prestigio. La antigua Calle Real desemboca en esta plaza, en tiempos medievales conocida cariñosamente como la calle de la Cintería. ¿La razón? En sus aceras se congregaban los comerciantes de cintas, lanas e hilos, creando un bullicioso rincón comercial en aquel entonces.
Museo de Segovia
El Museo de Segovia es un lugar fascinante que alberga diversas secciones, entre las cuales destacan la de arqueología (con un enfoque en la época romana y visigótica), etnología y bellas artes. Aquí podrás sumergirte en una interesante colección de obras y objetos, acompañada de explicaciones a través de documentos audiovisuales. En tus recorridos, te sorprenderás con la visión de una hermosa Piedad esculpida en alabastro, datada en el siglo XV, proveniente del monasterio de El Parral. También, tendrás la oportunidad de admirar grabados y dibujos de destacados artistas como Rembrandt y Durero.
Además, quedarás cautivado por la elegancia de una bonita cristalería procedente de la Real Fábrica de Cristales de La Granja, que refleja la habilidad artesanal de la región. Asimismo, podrás explorar una interesante exposición de telares y ropa de lana confeccionada en la Fábrica Real de Paños de Ortiz de Paz, sumergiéndote en la historia textil de la zona. El museo te invita a un fascinante viaje a través del tiempo y el arte, donde cada obra y objeto expuestos cuentan una historia única que te transportará a distintas épocas y lugares. ¡Una visita imperdible para los amantes de la cultura y el patrimonio!
Catedral de Segovia
Construida con una hermosa piedra de tono dorado, esta iglesia se distingue por su alta torre y su cabecera adornada con numerosos pináculos y cresterías. Fue erigida en tiempos de Carlos V, y representa un interesante ejemplo de cómo el estilo gótico sobrevivió hasta el siglo XVI.
El interior de la iglesia es amplio y luminoso, lo que le otorga una elegancia sin igual. Preste atención a la sillería del coro, caracterizada por su estilo gótico flamígero, que en el pasado perteneció a la antigua catedral. En el claustro, no se pierda los espléndidos tapices de la sala capitular, que añaden un toque de majestuosidad al conjunto.
Plaza de Medina del campo
En el centro del antiguo barrio aristocrático, la plaza de Medina del Campo representa un valioso tesoro histórico de Segovia. Aquí, podrás maravillarte con la presencia de numerosos monumentos que adornan su entorno: una encantadora casa del siglo XV con una elegante galería alta, la imponente torre de la casa de los Lozoya y la hermosa fachada plateresca de la casa Solier.
En el corazón de esta encantadora plaza se alza la espléndida iglesia de San Martín, que añade un toque de majestuosidad a la escena. Además, no puedes dejar de apreciar la antigua cárcel y su magnífico frontón de estilo barroco, que completan este fascinante cuadro histórico.
Iglesia de San Juan de los Caballero
Sobresale por su antigüedad (s. XI) y por su pórtico, donde los modillones están esculpidos con cabezas, follaje y animales. Hoy alberga el Museo Zuloaga, con diseños de Daniel y cuadros de su sobrino, el pintor Ignacio Zuloaga.
Iglesia de San Esteban
La Iglesia de San Esteban, una joya del románico tardío construida a finales del siglo XIII, es sin duda uno de los monumentos más bellos de Segovia. Sus dos lados están adornados con exquisitos pórticos decorados con capiteles finamente esculpidos, que le dan un encanto único. En el interior, se aprecia la influencia del estilo Renacimiento, agregando aún más belleza a este lugar. Finalmente, no puedes dejar de observar su airosa torre de cinco cuerpos, decorada con elegantes ventanas que realzan su magnífica arquitectura.
Iglesia de san Milán
La Iglesia de San Millán, situada en medio de una amplia plaza, muestra un estilo románico de gran pureza, aunque conserva ciertos rasgos primitivos. Sus dos pórticos están bellamente decorados con capiteles y modillones esculpidos, agregando un toque de elegancia al conjunto. El ábside resalta con arquerías ciegas decoradas con un hermoso ajedrezado, que añade un detalle artístico singular. Además, el crucero está cubierto por una bóveda califal, que le brinda un aire de grandeza y solemnidad.
Monasterio de El Parral
El Monasterio de El Parral fue establecido por Enrique IV en el año 1445. A pesar de tener una fachada incompleta, su iglesia cuenta con una nave gótica adornada con magníficas puertas talladas. En su interior, encontrarás un impresionante retablo del siglo XVI y, a ambos lados del presbiterio, las tumbas platerescas del marqués de Villena y su esposa.
Capilla de la Vera Cruz
La Capilla de la Vera Cruz, originalmente construida por los templarios, en la actualidad es propiedad de la orden de Malta. Su estructura se caracteriza por un interesante plano poligonal: un pasillo circular rodea un pequeño edificio compuesto por dos salas superpuestas, que eran utilizadas para llevar a cabo ceremonias secretas de la orden. El altar, de estilo gótico florido, se destaca por su abundante decoración, lo que lo hace realmente llamativo.